Vuelve enano EU al “gigante” de Concacaf: súper Ratones Verdes
+Naufraga el Tritanic rumbo a Qatar 2022
+El tricolor sufre la tercera derrota, 0-2 consecutiva el pasado viernes, ante el país de las Barras y la Estrellas
+Estados Unidos en la ruta correcta al 2026
+Incluso, riesgo de que Canadá supere al Tri en el corto plazo
+Hoy enfrenta a Canadá en Edmonton
Zares del balón, verdaderos villanos de esta eterna tragicomedia futbolera.
Ciudad de México, 16 Noviembre (CDMX MAGACÍN/JESÚS YAÑEZ).- No son jugadores ni técnico –44 en toda su historia de 91 años en mundiales de futbol con el argentino Gerardo Martino— culpables de que los súper Ratones Verdes hayan perdido la pequeña etiqueta de ‘Gigante’ de la Con-caca-f – confederación de la FIFA con el peor nivel futbolístico.
Ya arrebató es aureola Estados Unidos con la victoria 2-0 el pasado viernes, que representó su tercer triunfo consecutivo. Y, al paso que vamos, no tardará en hacerlo Canadá. Así ha quedado de manifiesto durante la eliminatoria mundialista rumbo a Qatar –cuando está por disputarse la fecha ocho de 14. Donde, pese a todo, México tendrá un lugar en esa justa. Y más por estos tres países –en una especie de Tratado Futbolero del Norte– serán sedes del mundial de 2026.
Porque –encorsetados por el férreo control de la dinastía Azcárraga, dueña de Televisa la empresa de entretenimiento televisivo más importante de habla hispana en el mundo—, el Tri nada en la pestilente alcantarilla de la mediocridad. Ahora compartida con Ricardo Benjamín Salinas Pliego, propietario de TV-Azteca.
De la década de los años 70s a la fecha ha quedado tres veces fuera de justas mundialistas. Dos en la cancha, en eliminatorias para los mundiales de Alemania 1974 y España 1982. Rumbo a Italia 90’, debido a los cachirules se vio imposibilitada de conseguir un boleto por la sanción administrativa de que fue objeto.
De cara la copa del mundo de Brasil 2014 peleó el repechaje a Nueva Zelanda, obteniendo el pase.
Tiene múltiples aristas la incertidumbre que vive la afición de que México participe en una justa mundialista:
Que no haya un sindicato que sea contrapeso al poder omnímodo de los dueños de la pelota –como sí ocurre en Estados Unidos–.
Que desde la década de los 90s haya multipropiedad que pervive a la fecha y que, supuestamente, sanciona la FIFA.
Que persista el draft desde 1990.
Que, supuestamente se haya eliminado el eufemístico pacto de caballeros –medida inconstitucional, violatoria de los derechos laborales–
Que se haya eliminado el ascenso y descenso durante un lustro.
Que no se sepa qué hacer con ocho millones de futbolistas amateurs que potencialmente pueden vestir la camiseta nacional.
Que tenga prioridad el futbolista extranjero sobre el nacional
Que se privilegie llevar al Tri a EU –a los llamados partidos “moleros”— porque en México no es negocio
Que…
… y más que…
No llama a sorpresa que los súper Ratones Verdes se vean en serios aprietos el resto del octagonal mundialista. Riesgo de que disputen el repechaje. Que no es descabellado de persistir el grito homofóbico y que podría representar la resta de puntos.
Asalta la duda si FIFA, desde su doble moral, se quede con los brazos cruzados y nada haga si México queda sin boleto a Qatar 2022. Sobre todo, porque su cuantiosa afición, después de Brasil, es la que genera más divisas en las sedes de copas del mundo.
En un mar de incertidumbre por saber qué hará en la cancha, esta noche el equipo de Tata enfrenta a Canadá en Edmonton. El pasado 7 de octubre, en el estadio Azteca, en una actuación desastrosa, logro una vergonzosa igualada contra el equipo de la hoja de maple. Alphonso Davis, jugador de Bayern Munich, tuvo a sus pies a la oncena mexicana. Nadie pudo anular su excelso, endemoniado, futbol.
“El Tri, el otrora gigante de la Concacaf, no existe más”, resume en ocho palabras el diario La Jornada, en su columna de análisis sobre el futbol nacional La Jornada Semanal que se difunde los lunes.
Va el texto completo firmado por la reportera Marlene Santos Alejo, con más de 30 años especializada en el balompié nacional:
Era el sparring favorito del equipo de las barras y las estrellas, pero ¿quién quiere un rival debilucho al que ya aburre enfrentar?… La empresa Soccer United Marketing debería bajarle al instante las tarifas a los contratos con la Federación Mexicana de Futbol, pues es muy probable que la pérdida de calidad mengüe el poder de convocatoria ante los aficionados, que son apasionados, mas no tontos.
Se encienden las alarmas entre ese puñado de personajes que se creían genios llevando las riendas del futbol mexicano y se visualizaban prósperos socios de la liga estadounidense, pero casi en el último peldaño, a punto de tocar el cielo, un rayo los sacude con estrépito.
Resulta que su máximo producto, la gallina de los huevos de oro, agoniza en sus manos; tanto la sobaron posesos de frenética ansiedad y codicia que poco a poco la fueron ahorcando sin siquiera notarlo.
Hace años que le cortaron el flujo de alimento: ¿oportunidad a los jóvenes talentos?… a cuentagotas; plagaron a los equipos de jugadores extranjeros y quitaron la regla 20/11; de un plumazo eliminaron el ascenso y el descenso, lo que derivó en grave depresión del certamen, por más que le quieran echar la culpa a la pandemia.
Yon de Luisa aplaudió la naturalización de Rogelio Funes Mori y advirtió que habrá más si los mexicanos no se ponen las pilas ¿llegó la hora de más?
La noche del viernes fue de naufragio. Un primer tiempo donde los de Gregg Berhalter sopesaron, y en el segundo arrasaron. Tuvieron estrategia, un plan e impecable ejecución. En contraparte, Gerardo Tata Martino puso en evidencia el por qué no trascendió en Europa.
Patético, triste fue mirar a Hirving Chucky Lozano, quien aprovechando una pausa en pleno juego, corrió hacia Memo Ochoa para pedirle con gestos elocuentes que le lanzara pelotazos al frente debido al nulo funcionamiento del mediocampo.
Es ocioso hablar de si el Catita Domínguez falló en la custodia de Christian Pulisic, si Johan Vásquez no hizo el recorrido o Jesús Gallardo no apretó la marca sobre la joven revelación, Ricardo Pepi –de origen mexicano–, quien remitió magnífico centro para el primer tanto en contra.
Sencillamente, todo el equipo resultó inoperante, Martino, con su aire ausente, contemplaba el desastre frente a su cuerpo técnico; todos ellos ajenos, sin entender nada, de reacción tardía.
Nula competencia y cero trabajo de recambio generacional en el Tri.
Se les nombran vacas sagradas a los jugadores cuyo prestigio y trayectoria les da un lugar preponderante; en esta selección no hay necesidad de revalidar y demostrar calidad en el trabajo cotidiano, basta con que hayan cruzado el Atlántico –aunque sólo sea para calentar banca–, para tener un sitio asegurado en el once titular del Tata, quien comanda al representativo con más edad del octagonal.
Inconcebible que el técnico con parsimonia minimice esas tres derrotas (Nations League, Copa Oro y octagonal) y diga que lo importante es no perder de vista el boleto a Qatar. En una eliminatoria tan floja como es la de Concacaf el pase se da por hecho, en la ruta sólo hay un partido exigente y se ha perdido.
Numerosos aficionados empezaron a reclamar en redes sociales la salida de Martino y la presencia de Javier Chicharito Hernández, hoy vetado por el seleccionador.
El futbol era el único deporte en que México le ganaba al poderoso vecino del norte, máxima potencia en Juegos Olímpicos, pues bueno, ya ha sido rebasado. Ellos están trabajando con ligas de infantes al tiempo que su equipo mayor avanza hecho un bólido con una plantilla juvenil todo terreno.
Es evidente que priorizan el aspecto deportivo y van en la ruta correcta para ser protagonistas en 2026, quizás antes… Acá siguen soñando con un torneo binacional que les llene las manos de dólares.