Contrafilo
*José García Segura
¿Se acuerda usted de los Arrieros?, si, de aquellos hombres rudos que, apoyados en burros o mulas llevaban y traían; compraban y vendían mercancías por doquier.
Era un buen medio de transporte, no como las “pipas” o los gasoductos de Pemex.
¿Y de los bandoleros?, los de antaño, claro está, no esos que en este fin de año especulan con la gasolina importada o producida por la paraestatal mexicana.
En la Roma antigua, durante el medioevo o en los tiempos modernos la gente de bien les daba un nombre: malandrín, facineroso, bandido, cuatrero, mafioso, criminal,plagiario, secuestrador, ladrón.
Algunos fueron personajes despreciables; otros, hasta altar lograron: la banda de Los Plateados, Joaquín Murrieta, Chucho el Roto y, Heraclio Bernal, por citar algunos nombres.
Pero dejemos a un lado a esos personajes y volvamos a la realidad.
Tras el gasolinazo de la semana pasada y una vez que los dirigentes nacionales de los partidos políticos duermen en sus laureles, salvo la perredista Alejandra Barrales quien llama a revisar la Reforma Energética, las protestas ciudadanas en contra del aumento de hasta 20 por ciento al precio de los combustibles, se escuchan por todos lados.
Este domingo 1 de enero miles de consumidores se reunirán al mediodía en el Ángel de la Independencia.
El mayor boicot al consumo está previsto para los tres primeros días de enero, cuando aumenten los precios del combustible.
Según la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas) se venden 100 millones de litros de Magna al día; 23 millones de Premium y, 60 millones de diésel.
Mientras llega la hora, la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) amarró una reunión con el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, “para que explique el tema del alza a los precios de gasolinas en 2017”.
