74 de cada 100 personas que nacen y mueren pobres en México, señala estudio
Ciudad de México 20 Mayo (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).- En México, 74 de cada 100 personas que nacen pobres mueren pobres, debido a la desigualdad económica que prevalece en el país, reveló un estudio del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
Este panorama se ensombreció en los últimos seis años, pues en 2013 la proporción fue de 70 de cada 100.
“Es un resultado muy dramático y habla de la persistencia de la pobreza en México”, lamento Julio Serrano Espinosa, miembro del comité directivo del CEEY.
Al presentar el documento “Movilidad social en México 2019”, advirtió que este fenómeno se acentúa aún más en el sur, donde 86 de cada 100 mexicanos que nacen en condición en pobreza, mueren en esa situación.
“En el norte esta proporción es 54 de cada 100, lo que demuestra que estamos en un país de fuertes contrastes, de muchos claroscuros”, externó.
Por género, las mujeres sufren más esta situación, pues 75% de las que nacen pobres, mueren pobres, frente a 71 por ciento en el caso de los hombres.
Serrano Espinosa detalló existen cinco quintiles para medir la condición económica de una persona. Los dos primeras están relacionadas con la pobreza, y a partir del tercero se está fuera de esta condición.
Bajo ese contexto, de cada 100 personas que nacen en un hogar pobre, 49 por ciento se queda exactamente en la misma situación (quintil uno), mientras que 25 por ciento sube al segundo, pero aún se mantiene en pobreza. Ello implica que solo 26 por ciento de los mexicanos logra superar una condición precaria de vida.
Roberto Vélez, director ejecutivo del CEEY, señaló que el origen de este fenómeno es la falta de oportunidades para crecer y la desigualdad en la distribución de ellas.
Y es que, explica, factores como la región de origen, la riqueza del hogar de nacimiento, el tono de piel, las características de la colonia donde se nace, el grado de estudio de los padres y el sexo de la persona, son factores que determinan, “lamentablemente”, el nivel de oportunidades que tiene una persona.
“Las tasas de movilidad social bajas se debe, en buena mediada, a que las oportunidades no se están distribuyendo o generando para que toda la población tenga acceso a ellas”, sentenció Vélez.