Ciudad de México a 05 de Marzo(JUAN R. HERNÁNDEZ/CÍRCULO DIGITAL).-Jesús Zambrano Grijalva, Vicecoordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados aseguró que las acusaciones que han venido generándose contra el candidato presidencial de la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya Cortés son sainetes para debilitarlo porque el presidente Enrique Peña Nieto lo conoce y sabe que es el único contrincante que puede meterlo en problemas, no Andrés Manuel López Obrador quien ya dijo que no lo castigará si logra sucederlo en la Presidencia de la República.
En este sentido, Zambrano convocó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a orientar sus talentos hacia un proceso electoral limpio y de altura, y no con trampas ni lodo como lo han venido haciendo contra Anaya porque lo único que logran –dijo- es evidenciar lo que son y que la mayoría de los mexicanos ya no quiere.
“Si tuvieran elementos para detener a Ricardo Anaya, ya lo hubieran hecho. ¿Por qué no se giró de una vez la llamada “ficha roja” de la Interpol ahora que hizo la gira por Estados Unidos? La apuesta es generar ficción, una farsa para debilitar a Anaya porque Peña Nieto lo conoce y tiene claro que es el auténtico contrincante que puede meterlo en problemas”, reiteró el legislador y dirigente perredista.
“El PRI llega hoy a su 89 aniversario desmoralizado, impotente, desesperado porque en el último lugar en las preferencias electorales. Quiso copiar un esquema “ciudadano” para postular a su candidatura, un esquema que iniciamos el PRD, PAN y Movimiento Ciudadano para generar un cambio en el sistema ¡pero no le ha resultado porque nos plagió simplemente! Hizo una mala copia de nuestra propuesta que se basó en las exigencias de la sociedad civil, la misma a la que los priistas nunca atendieron ni tampoco ella los acepta porque los conoce. ¡Ahora están en la lona; heridos de muerte dan sus últimos coletazos!”, aseveró.
“Es tanta la desesperación en el PRI, sostuvo Zambrano, que ya no solo usan a la Procuraduría General de la República para atacar, sino que harán todo lo necesario para aprovechar los espacios que puedan. Lo que no entienden es que quedarán enredados en su propia madeja porque no es a Anaya a quien agreden, sino al pueblo mexicano que sabe perfectamente lo que ya no quiere, por eso es que Meade está en la Lona”.
Ahora, el PRI tiene un aliado: López Obrador quien ha ofrecido darles el “perdón”, no castigarlos ni perseguirlos por sus actos criminales porque dice que “no odia”.
“¿Qué se necesita para hacer justicia en este mundo ideado por AMLO? ¿Olvidar y hacer “borrón y cuenta nueva” ignorando a las familias que perdieron a sus seres queridos porque el dinero que estaba destinado a medicamentos para enfermos de cáncer fue desviado para financiar la campaña presidencial, y las de sus aliados como Morena en Veracruz?”, cuestionó Zambrano.
¡Esto es precisamente “mandar al diablo a las instituciones” porque las leyes que nos hemos dado serán ignoradas por AMLO si llegara a ganar la Presidencia de la República! El “Peje” ahora es «amor y paz». Ofrece amnistía y perdón a los criminales, a los corruptos, a los ladrones y saqueadores con tal de ganarse sus simpatías. El regreso a los viejos pactos de impunidad desde los sectores más atrasados y corruptos del PRI le dan su respaldo y están preparándose para dejarlo llegar a la Presidencia sabedores que podrán seguir gozando de impunidad.
Resulta pues paradójico, citó Jesús Zambrano, que el propio AMLO violente los principios que tanto presume de “no mentir, no robar y no traicionar”, porque justamente se está aliando a los campeones de la mentira, del robo y de la traición. A ésos es a los que está protegiendo.
Con el silencio de Morena ante los embates lanzados desde el PRI al candidato de la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya, queda claro que el único opositor real al sistema es él, y por eso no lo quieren dejar llegar a cambiar esta realidad que duele y preocupa a la sociedad mexicana. AMLO y el PRI no quieren la transformación. Al final de cuentas son la misma cosa, finalizó.