Dan clases en la UNAM… a perros
Ciudad de México, 16 Agosto (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).- Si cuando sacas a pasear a tu perro, no puedes evitar que te vaya jaloneando, ni que se muestre irritable con otras mascotas; o cuando se queda solo en casa, se dedica a destruir objetos y difícilmente logras que te obedezca, probablemente necesitas ayuda de especialistas.
En el Curso Básico de Etología Aplicada al Adiestramiento Canino, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, una perrita llamada Skadi, cruza de belga con pitbull, superó un problema de ansiedad por separación, gracias a las técnicas de comunicación que aprendió junto con su dueña.
“Quería que dejara de destruir cosas y me hiciera caso. Aquí me han ayudado a que sea más independiente y no se ponga ansiosa cuando la dejo sola”.
“Me gusta mucho el entrenamiento, es la perra más educada que he tenido”, explicó su dueña, Araceli Yetlanezi Tovar Bonilla.
Desde hace siete años, la Escuela de Veterinaria de la FES Cuatitlán imparte dos cursos anuales de adiestramiento canino, con el objetivo de que los perros logren integrarse a sus familias y de facilitar su obediencia.
El adiestramiento surgió para que los estudiantes de veterinaria tuvieran herramientas para manejar a los perros en consulta; pero, poco a poco, lo demandó la comunidad externa.
La etología es la ciencia del comportamiento canino, explicó Patricia Mora Medina, profesora investigadora en el área de bienestar animal de la FES Cuautitlán.
“Para que los propietarios sepan manejarlos correctamente. Pero también para que se integre la mascota a la familia y no tenerlos en el patio, en la zotehuela o amarrados junto al tinaco.”
Los propietarios aprenden desde cómo adquirir una cadena y correa, hasta conocimientos generales, según la raza de su perro.
“Si compramos un pug, que es el perro de moda, y lo queremos sacar a correr, estaremos cometiendo un error. Mientras, otras razas pueden destruir los cojines, porque necesitan ejercicio.”
Los canes aprenden a caminar sin correa al lado de su dueño, a sentarse, a esperar, a detenerse en las banquetas y a no salir despavoridos cuando se abre la puerta, entre otras conductas.