Ciudad de México, 23 de Junio (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).-En México es común evitar las cosas por su nombre, se huye al enfrentamiento de realidades diversas y se suele encasillar a determinados grupos sociales sin considerar sus peculiaridades, lo que eventualmente deriva en discriminación.
Los 40 años de la Marcha del Orgullo LGBT en la Ciudad de México, no sólo celebran los alcances ganados por esta comunidad, sino que puntualizan sobre todos aquellos que no se han logrado.
Con la finalidad de dotar no solo a las personas, sino a los tomadores de decisiones de herramientas para erradicar la discriminación, términos poco conocidos como pansexualidad, queer o binarismo de género están contenidos en el Glosario de la diversidad sexual, de género y características sexuales.
El documento, elaborado por el Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Conapred), profundiza entre otras cosas que la identidad de género, que se desarrolla entre los 18 meses y los tres años de edad, es la vivencia interna del género, tal como las personas las sienten y pueden corresponder o no al sexo asignado al nacer.
Entre otros términos, destaca la idea del Binarismo de Género, es decir, a la concepción, prácticas y sistemas de organización social que considera sólo la existencia de los géneros masculino y femenino, sin embargo, bajo esta premisa se han cimentado la discriminación, exclusión y violencia en contra de la diversidad de identidades, expresiones y experiencias.
Esta especie de guía para entender y en consecuencia respetar a esta comunidad, detalla por ejemplo que el derecho a la identidad de género deriva de reconocer el libre desarrollo de la personalidad y considera la manera en la que cada persona se asume a sí misma, mientras que el derecho al libre desarrollo de la personalidad considera la libertad de las personas a elegir quienes quieren ser.
La diversidad sexual y de género hace referencia a las infinitas posibilidades que tienen las personas para asumir, expresar y vivir su sexualidad, así como de asumir expresiones, preferencias u orientaciones e identidades sexuales.
“Parte del reconocimiento de que todos los cuerpos, todas las sensaciones y todos los deseos tienen derecho a existir y manifestarse, sin más límites que el respeto a los derechos de las otras personas”.
El documento, que aborda diferentes términos también refiere construcciones sociales que derivan en discriminación; así, refiere ideologías basadas en binarismo de género, heterosexismo, que es un conjunto de ideas que consideraba la heterosexualidad monógama y reproductiva como la única legítima y cissexismo, que contempla que la concordancia con el sexo asignado al nacer, la identidad y la expresión de género es la única condición natural y socialmente aceptable, lo que violenta otras identidades.