18 de November de 2024
Fútbol mexicano narco autogoles
Nacional

Fútbol mexicano narco autogoles

Ago 11, 2017

CIUDAD DE MÉXICO, 11 de agosto, (CÍRCULO DIGITAL)

Jesús Yáñez Orozco

 

Desde 1993 la Femexfut abrió las puertas a cárteles de la droga
Futbol mexicano, narco autogoles
Rafael Márquez Álvarez niega tener vínculo alguno con capos
“Es el partido más difícil de mi vida”, afirma el Káiser michoacano
Es investigado en EU por lavado de dinero de procedencia ilícita

Ojeroso, desencajado, mirada vidriosa, en el ocaso de su carrera, Rafael Márquez, capitán de la selección mexicana de futbol durante 15 años –y luego de los cinco títulos de goleo de Hugo Sánchez en España, el jugador más exitoso en Europa— rechazó tener vínculo alguno, con dos de los 50 carteles de la droga que hay en el país, según la administración de Donald Trump. Reavivó, sin embargo, una veintena de casos de vínculos del balón con los tentáculos de capos de la droga hace casi 25 años. Leones Negro de la U.de G, uno de los más emblemáticos.
En una especie de carambola de tres bandas también exhibió la opacidad del gobierno mexicano –por la forma laxa con que mira a los zares de la pelota hace décadas, y sea en Estados Unidos y no acá donde se ventilan estos casos, que algunos comunicadores llaman “narco Estado”–, la poderosa Televisa, propiedad de Emilio Azcárraga Jean —que hace más de medio siglo controla este deporte–, así como al balompié nacional, siempre manejado de manera inconstitucional. Viola sistemáticamente los derechos laborales de los jugadores.
«Si el narcotráfico ha permeado otras áreas de nuestro país como es el caso de la política, de los empresarios, por supuesto de las autoridades, de la Policía, del Ejército. Raro sería que no estuviera metido en el deporte», estimó José Pablo Coello, periodista de la televisora estadounidense Fox Sport, con maestría en Administración de Negocios en la Universidad de Yale, Connecticut.
Extraoficialmente se habla, también, de un club de futbol mexicano. Entre ellos León, del que es socio Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, y Querétaro, de Olegario Vázquez Raña, dueño del grupo Imagen, que incluye televisión abierta, radio, y al diario Excélsior.
Según una investigación de la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el capitán de los Ratones Verdes, Rafael Márquez Álvarez, y el cantante Julión Álvarez están vinculados con el narcotraficante Raúl Flores Hernández, como prestanombres –para él y su organización– y tienen bienes en su nombre,
No es coincidencia que tanto el ambiente del espectáculo y el futbol tengan un cordón umbilical: Televisa. Que, supuestamente, también es investigada por el FBI.
La sanción que aplica el Departamento del Tesoro se sustenta en el delito de “prestar apoyo a las actividades de tráfico de drogas de la organización Flores, y/o por ser propiedad o estar bajo control de esta, sus miembros y asociados de confianza”, indicó la OFAC en un comunicado de prensa.

La acusación del gobierno estadounidense detalla que el futbolista “ha actuado a nombre de él y del cártel, además de mantener activos a su nombre”.

La OFAC argumentó que el gobierno de Estados Unidos congelará, allá, las cuentas bancarias, propiedades y demás bienes que tengan en ese país el narcotraficante, así como Rafa Márquez, Julio César Álvarez Montelongo –nombre verdadero del cantante norteño– y todos los implicados en la organización de tráfico de drogas.
La secretaría de Hacienda, a cargo de José Antonio Mead, en un efecto dominó, también puso grilletes al deportista: metió al congelador sus cuentas bancarias.
Queda la duda si el gobierno estadounidense cancelará sus visas y no podrán entrar a ese país, pues si son requeridos, tendrían que ingresar al país con ese documento migratorio.
Además, prohibió a ciudadanos y empresas estadunidenses realizar transacciones con ellos y otros involucrados

Bajo la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros (Ley Kingpin), el Departamento del Tesoro identificó ayer a Flores Hernández como narcotraficante de talla mundial, al nivel de Joaquín El Chapo Guzmán Loera e Ismael El Mayo Zambada García, y designó a 21 ciudadanos mexicanos y 42 empresas del país por ayudar en actividades de tráfico de drogas y lavado de dinero.
Destacó que en la investigación hubo estrecha colaboración con el gobierno mexicano, como la Procuraduría General de la República (PGR) –que mismo miércoles decomisó diversos bienes a Flores Hernández, como el Grand Casino de Guadalajara–, y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Sin embargo, como siempre sucede, la información se dio a conocer en el vecino país del  norte.
De acuerdo con versiones periodísticas, el pasado miércoles 11 de agosto, funcionarios de la embajada de Estados Unidos en México ofrecieron una conferencia de prensa vía telefónica. Explicaron que Flores Hernández ha amasado una fortuna de miles de millones de dólares.
Incluye empresas como el Gran Casino de Guadalajara, bares, restaurantes, equipos de futbol, productoras musicales y compañías del sector inmobiliario, y afirmaron que utilizaba a gente cercana y amigos como fachada de su red.
Sostuvieron que los vínculos económicos del futbolista y el narcotraficante datan de más de dos décadas –y con Julión de, al menos–, 10 años, según las investigaciones coordinadas también con las agencias de Administración Antidrogas y de Aduanas y Protección Fronteriza, así como con la Unidad de Investigaciones de Seguridad Interna.
El tema se convirtió fue viral en redes sociales, programas deportivos de radio y televisión y acaparó las primeras planas de los diarios de información general y especializados. Incluso, incluyentes columnistas políticos abordaron el tema. Podría equipararse, por su sobredimensión en la web, al caso de los Cachirules, sanción administrativa impuesta por FIFA  a México que impidió jugar la eliminatoria del mundial de 1990 en Italia. La parte más irreverente de los cibernautas, recurrió a los ácidos memes.
Por su etiqueta de ídolo, los medios más importantes de Estados Unidos, Inglaterra, España, Argentina, Perú, entre otros países, destacaron la noticia del supuesto vínculo del jugador con narcocapos.
Pareció que era una de las célebres fugas o reaprehensiones de Joaquín El Chapo Guzmán.

“Niego categóricamente cualquier tipo de relación con dicha organización (de Raúl Flores Hernández), y con los hechos referidos en las diversas notas periodísticas”, leyó el jugador un breve comunicado en las instalaciones del club Atlas, en Guadalajara, Jalisco, para defender su inocencia e informar que ayudará a las autoridades al esclarecimiento de los hechos que se le imputan.
“Comprendo la situación jurídica en la que me encuentro y de inmediato me avocaré al esclarecimiento de los hechos con el apoyo de mi equipo de abogados”, dijo.
“Aclaro que no y nunca he participado en ninguna de estas organizaciones en las que se me ha mencionado. Quiero ser muy puntual y reitero mi compromiso de apoyar a las diferentes autoridades y gobiernos correspondientes en la media que me sea posible y mantener informados a los medios de comunicación”, sostuvo el futbolista, visiblemente tenso, contrito.
Márquez también pidió respeto a su familia que, junto con él, está atravesando esta situación que, reconoció, “no es normal. Es una situación difícil” y agradeció las muestras de apoyo de quienes lo han hecho públicamente o en privado.

“Sé que mucha gente está conmigo y no los voy a defraudar. Así como he encarado mi carrera como profesional, hoy en día mi partido más difícil es esclarecer todo esto y ser el Rafa Márquez que ustedes conocen”, añadió.

El jugador se levantó de la mesa y no aceptó preguntas de parte de los medios de comunicación.

Como deportista/empresario, Márquez ha amasado una fortuna calculada en más de 50 millones de dólares, cerca de 900 millones de pesos. Destaca su firma, como patrocinadoras, con 11 empresas nacionales y trasnacionales. Entre ellas, de servicios financieros, gobiernos estatales y programas públicos. Es considerado una de las marcas más valiosas de un atleta en México. Y, en consecuencia, imán para el lavado de dinero.

Y que son una bicoca al lado los 528 millones de euros del traspaso del brasileño Neymar, del Barcelona,  al PSG francés: más de 11 mil millones de pesos.

Entre las compañías que se pueden ver afectadas, en términos de imagen y que están relacionadas con el futbolista mexicano, por sus patrocinios personales o con su Fundación, destacan: Kellogg’s, Nike, Cuauhtémoc Moctezuma, Yucatán Holidays, Vacacionante, Jhonson & Jhonson, P&G, Verizon, Gillette, Pepsico, Scotiabank.

Además de las alianzas con Sedesol (a nivel federal), estado de Jalisco, Fundación FEMSA, Instituto Jalisciense de Asistencia Social, la temible Universidad Autónoma de Guadalajara –de ultraderecha, bastión de Marcial Maciel–, Fundación del FC Barcelona, Banco Interamericano de Desarrollo y Street Football World.

Entre las 42 empresas en la mira del Departamento del Tesoro se encuentra la Fundación Futbol y Corazón AC, que durante el gobierno del presidente Enrique Peña ha recibido donativos por casi 100 millones de pesos. Parte de ellos provenientes de la Secretaría de Desarrollo Social, según el Reporte de Donatarias Autorizadas de la Secretaría de Hacienda.

En julio de 2014, la Sedesol le hizo entrega en un acto público de un donativo por 2 millones 900 mil pesos. La fundación arrastraba un adeudo hasta 2015 por una multa no pagada al SAT por un monto de 100 mil pesos, aproximadamente. Pero se la condonó la Secretaría de Hacienda, en ese año a cargo de Luis Videgaray Caso.

De acuerdo con la columna Dinero, de Enrique Galván Ochoa, en el diario La Jornada, Peña Nieto había publicado el lunes anterior, en su red social Instagram, una imagen de su visita al Cañón del Sumidero, donde se ve acompañado del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, y Julión Álvarez, a quien había hecho un reconocimiento en 2015 como un ejemplo para la juventud mexicana.

La fotografía duró posteada alrededor de 10 horas hasta que fue eliminada.
Todo indica que, a los 38 años, el Káiser quedará fuera de la Pesadilla Nacional y, en consecuencia, no jugará su quinta Copa del Mundo. Participó en los mundiales de Corea/Japón 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Jugó para Atlas de Guadalajara (1996 – 1999),  A.S. Mónaco (1999 – 2003),  F.C., Barcelona (2003 – 2010, con que ganó cuatro títulos: dos Copas de Campeones, de UEFA, Súpercopa y Campeón de Clubes),  New York Red Bulls (2010 – 2012),  Club León (2013 – 2014),  Hellas Verona, Italia, (2014 – 2015), y retornó con el cuadro atlista (2016 – Actualidad).
Por cierto, la mitad de los cinco millones de euros que costó su pase del AS Mónaco francés al Barcelona, en 2003, los pagó la empresa Televisa de la dinastía Azcárraga. Esa  negociación, en lo oscurito, garantizó los derechos para la transmisión en exclusiva de los juegos del cuadro español por la telepatria. El bonito anti fair play empresarial.

Allá por 1993, saltó a la palestra el primer antecedente documentado cómo el narcobalón se convirtió en invitado incómodo, aunque de lujo, en las oficinas de la Femexfut, en la ciudad de México.
Muchos detalles cómo se dio el entuerto de la venta de la escuadra universitaria se publicaron en el diario El Financiero, así como en el libro Política y Mafias del Futbol, en 1994, editado por Planeta, autoría de quien esto escribe.

En ese 1993, el entonces rector de la U de G, Raúl Padilla López, pagó una inserción en el diario La Jornada. En él anunciaba que el equipo de futbol soccer de esa institución se ponían en venta, renta o comodato debido a la falta de recursos para pagar la costosa nómina de jugadores.

Entonces, el polémico Guillermo Lara –uno de los hombres más oscuros del balompié nacional– quien fungía asesor y promotor del equipo estudiantil, desde entonces se le ha vinculado con la delincuencia organizada.

En una entrevista con este reportero en 2004, en un restaurante de Perisur, al sur de la Ciudad de México, siempre amable, negó y renegó tener vínculo alguno con capos de la droga. En el medio futbolístico hay quienes piensan que debe de tener un poderoso padrino político para evitar sea enjuiciado.

Eso sí, aunque de poco sirve, desde 1993, la Femexfut lo considera persona non grata.

Hubo dos grupos que se interesaron en el club tapatío: el de exalumnos de la carrera de ingeniería de esa casa de estudios, y otro de  hoteleros de Cancún, Quintana Roo, que deseaban lleva deporte profesional a esa ciudad. El tesorero del municipio, Emilio Novelo, como principal negociador.

Los empresarios del sureste del país reunían mayores requisitos para hacer allá un equipo rentable. Mas el entonces presidente de la Primera División, José Antonio García –quien suele vestir trajes gris rata– dio un espaldarazo poco ético a los universitarios, convirtiéndose en fiel de la balanza.

Novelo se quejó públicamente de la falta de ética de García. Pero las cartas ya estaban echadas: el equipo sería de González Ortega y otros exalumnos que nunca se supo quiénes eran.

El precio que Padilla López cotizó el equipo era de 13 mil millones de los entonces se les llamaba viejos pesos. 13 millones de los actuales por el equipo.
Dieron  un anticipo de dos mil millones. Primero se rumoró que el adelanto había sido mediante un lote de joyas preciosas.
A poco menos de seis meses de adquirido el equipo, los exalumnos tuvieron problemas para el pago de los salarios de los jugadores.

Entró en su auxilio Televisa. En ese entonces, Alejandro Burillo Azcárraga, alto ejecutivo de esa empresa y sobrino del dueño, era el zar del futbol mexicano. Hizo y deshizo en este deporte durante más de una década.

Cuando los exalumnos no tuvieron la capacidad de liquidar el resto de los 11 mil millones de pesos, argumentaron que habían dejado en garantía al rector Padilla un certificado que avalaba un concentrado de metales preciosos que se encontraba en Estados Unidos.

Total que dicho concentrado nunca se pudo desconcentrar. Cuando la lumbre volvió a llegar a los aparejos a González Ortega y compañía, por los impagos a los futbolistas, echaron mano de un argumento descabellado:
Que dicho concentrado de metales era estratégico para la industria aeronáutica de Estados Unidos.

Al saber que los exalumnos eran incompetentes para cubrir el dinero restante por la compra del equipo y, quizá, consciente de que había mano negra detrás de los Leones Negros, José Antonio García, en su calidad de presidente del máximo circuito del balompié mexicano, durante una conferencia de prensa, dijo que la Femexfut se quedaba con la franquicia del equipo estudiantil.

En las declaraciones ministeriales, con membrete de la Secretaría de la Defensa Nacional, aparecen sólo declaraciones de los Lupercio Serratos y de la contadora que los exalumnos tenían en la ciudad de México para llevar la administración fiscal del equipo.

Nunca se supo si la autoridad llamó a declarar o no a Raúl Padilla López, José Antonio García o Alfonso González Ortega.
La papa caliente que significaba el cuadro felino fue enterrada por García, quedó envuelta en una mortaja de millones de pesos, en el camposanto Femexfutbolero.
Porque como dicen: muerto el perro, se acabó la rabia. Porque a la secretaría de Hacienda ni la Procuraduría General de la República interesa investigar a fondo cómo está metido el narcotráfico en el corazón  del futbol nacional.

Y sí, como dice un periodistas mexicano especializado en temas de narcotráfico, el único acreditado en cubrir la Casa Blanca, tanto el tema de Márquez, como Julión, fueron abordados de forma frívola por la prensa mexicana. Pero si es contextualizado, el caso del jugador, tiene un importante valor agregado.
Con el humor negro que suele circular en Facebook, hubo una frase ácida que vale la pena retomar sobre el futuro del futbolista:

“Será muy obvio decir que algunos de los próximos partidos de Rafa Márquez podrían decidirse en penales.”
Mientras tanto, ante otro narco autogol:
“¡¡¡El Káiser michoacano es inocente!!!“