Ciudad de México, 22 de Septiembre (Mensaje Político/CÍRCULO DIGITAL).- En México “hemos escuchado señales de alerta y haríamos muy mal en desoírlas”, pues la complejidad del entorno externo se refleja ya en variables domésticas como el tipo de cambio o los ingresos petroleros, señaló el secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña.
Al comparecer ante el pleno de la Cámara de Diputados con motivo de la glosa del Cuarto Informe de Gobierno y la propuesta de paquete económico 2017, estimó que los avances del país son innegables, pero los retos son igualmente evidentes y se manifiestan a diario, como ya se ve en los principales indicadores.
En su intervención inicial, el encargado de las finanzas públicas del país señaló que en días recientes estas tendencias se han visto reflejados en las presiones al tipo de cambio y exigen acciones contundentes.
“Hemos escuchado señales de alerta y haríamos muy mal en desoírlas. Es muy claro para todos lo que está en juego”, subrayó el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a dos semanas de haber asumido el cargo.
Meade Kuribreña apuntó que el paquete económico 2017 se presenta en un entorno económico sumamente adverso, en el que el balance de riesgos para el crecimiento global es negativo.
Enfrente está, dijo, el ajuste de la política monetaria de países desarrollados, las elecciones presidenciales en Estados Unidos “con implicaciones inciertas y riesgo de mayor proteccionismo”, un entorno de precios del petróleo desfavorable o la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
“La complejidad del entorno externo se refleja en variables domésticas, como los ingresos petroleros o el tipo de cambio, y hace imperioso primero estabilizar y después reducir nuestro nivel de deuda pública”, subrayó.
Por ello, el ajuste fiscal por 239.7 mil millones de pesos propuesto para 2017 “ya no es sólo conveniente, ya no es sólo al que nos habíamos comprometido, es el que se requiere para prepararnos frente a lo que tenemos por delante”.
Advirtió que un incremento en la deuda mayor al plateado puede llevar a la pérdida de la confianza, lo que tendría consecuencias abruptas y sustanciales en el costo de la deuda y reduciría aún más el gasto.