CIUDAD DE MÉXICO, 17 de julio, (CDMX MAGACÍN).—Una evidencia de que se ha empezado a actuar con benevolencia desde el Poder Judicial hacia el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, es que le permitieron no ingresar al Reclusorio Preventivo Norte de esta capital, y en su lugar se trasladado a un lujoso hospital privado.
Sí, como en su momento recibiera esos beneficios la maestra Elba Esther Gordillo, y como se los han negado a Rosario Robles, hoy Emilio Lozoya dormirá en la cama del cuarto de un hospital cinco estrellas, para lo cual utilizó argumentos que bien pudieron haber sido rechazados por un juez. O aceptados, con la gracia del juzgador.
El argumento es que supuestamente en la revisión médica de rutina que se le realizó se le detectó anemia desarrollada y debilidad general, aunque hasta donde se sabe no existe un examen clínico para determinar de manera fehaciente que padece la tal anemia referida.
Habrá que ver durante cuántos días o quizá semanas los juzgadores le aceptan el argumento de la supuesta anemia y le permiten seguir en el lujoso hospital, o le aplican la Ley a secas para devolverlo al Reclusorio Norte.
Emilio Lozoya está acusado por haber recibido sobornos por 10 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht, parte de los escándalos de corrupción destapados desde 2016 en América Latina. Presuntamente esos recursos fueron a dar a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto, en 2012.
