Ciudad de México, 01 de Agosto (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).-La historia de la humanidad va íntimamente ligada al comercio y a la evolución del transporte. Si bien la utilización de carbón y posteriormente de combustibles fósiles en vehículos permitió grandes avances, también tuvieron un grave impacto en la calidad del aire del planeta.
Los transportes sustentables se dividen en dos categorías de acuerdo a su uso: individual o colectivo.
En cuanto a los transportes sustentables que se consideran de uso individual, se encuentran las bicicletas tradicionales, bicicletas eléctricas o e-bikes, scooters eléctricos y autos o vehículos en las siguientes modalidades: eléctricos, híbridos y los eléctricos impulsados con pila de combustible de hidrógeno.
La bicicleta es un vehículo de dos ruedas dotado de pedales que permite a las personas desplazarse de forma eficiente, saludable y no contaminante. Su velocidad media en zona urbana oscila entre los 15 y los 25 km/h.
Este modo de transporte resulta especialmente interesante para recorridos inferiores a 8 kilómetros. Un holandés o un danés recorren de media más de 1.000 kilómetros al año subidos en una bici; un alemán, un sueco o un finlandés, 300; un irlandés o un italiano, 200; un español, unos 30.
La bicicleta eléctrica o e-bike, es una bicicleta tradicional a la que se le coloca un motor eléctrico que ayuda en el pedaleo. Consta de varias partes: ciclo (parte de bicicleta tradicional), batería, controlador (envía la potencia al motor), motor eléctrico y el sensor de pedaleo. La energía llega al motor gracias a una batería que se recarga en la red eléctrica, aunque también lo puede hacer mediante un panel solar. En la actualidad, ya hay motores que se recargan en marcha, en cuesta abajo.
Cuando el sensor capta que hay alguien pedaleando, pone en marcha el motor, que ayuda así a salvar desniveles del terreno o a hacer largas distancias. Al dejar de pedalear o frenar, el motor se para.
Sin duda, la bicicleta tradicional sigue siendo la opción menos contaminante ya que no necesita baterías y supone un gasto cero en electricidad.
Además de que haces ejercicio, al utilizar bicicleta contribuyes a combatir la contaminación del aire de tu ciudad.
FUENTE: CAME
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