Ciudad de México, 03 de Septiembre (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).-Desde el primer día de enero de 2019, alrededor de 7.7 millones de credenciales de elector perderán vigencia, debido a que ya pasaron los 10 años que fueron expedidas a igual número de ciudadanos mayores de 18 años de edad.
Cada década el Instituto Nacional Electoral (INE) realiza intensas campañas para sustituir las credenciales electorales, que además se han convertido en el modo de identificación más confiable, pues se hace con la base de datos más grande y verificada, que es el Padrón Electoral.
De acuerdo a la más reciente actualización hay inscritos 89.9 millones de ciudadanos en edad de votar.
No cabe la menor duda que la credencial para votar con fotografía se transformó en un documento necesario e incluso indispensable para la identificación ante autoridades, trámites y el sistema bancario, pues en estos lugares solo tiene validez el pasaporte y dicho documento.
El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, ha informado que a finales del próximo mes de enero, todos los trámites bancarios, sin excepción, requerirán de la presentación de la credencial para votar con fotografía.
Explicó que será así, por la certeza y seguridad de este documento, como la institución bancaria consultará en tiempo real, con la base de datos del Padrón Electoral, si el plástico es válido o no, si está actualizado o no sirve.
Indicó que tal y como se hizo el compromiso con el INAI, de ninguna manera se proporcionará ningún dato personal; solamente se computan respuestas binarias, donde se señala si la credencial esta o no vigente, sí coinciden los datos que están asentados en ella, y se tendrá que colocar la huella digital.
De acuerdo con información de la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores (DERFE) del INE, al 31 de julio se tenía que 7.77 millones de credenciales perderán su vigencia el 1 de enero de 2019, y actualmente se tiene un ritmo de reemplazo de aproximadamente 200 mil mensuales.
Se detalló que en el global de estas credenciales que perderán vigencia, se tiene que considerar que muchas de esas credenciales ya no se reemplazan debido a que son registros de ciudadanos fallecidos, duplicados o inconsistentes.
La consejera Claudia Zavala exhorta a los ciudadanos a estar atentos para asistir a los módulo a solicitar su credencial, y para identificar si su credencial perderá vigencia, tiene que revisar si tiene un número “18” al reverso o enfrente un 2018, y tiene hasta el 31 de diciembre de este año para hacerlo.
Córdova Vianello también ha referido que el costo de la credencial gratuita de elector se lleva el 40 por ciento del gasto operativo del INE, y es porque, además de los materiales, es la gestión de la base de datos más grande, más delicada y más protegida que está en manos del Estado mexicano, que es el Padrón Electoral.
La DERFE puntualizó que el plástico de la credencial tiene un costo de 60 centavos de dólar, es decir, unos 12 pesos, y si se suma el costo por el trámite, generación, envío y entrega de credencial es de alrededor de 260 a 270 pesos, por unidad.
Desde el mes de julio de 2015 se han sustituido las credenciales para votar después de 10 años que fueron expedidas y porque pierden su vigencia, y fueron alrededor de 13.6 millones de credenciales; a diciembre de ese mismo año la cifra disminuyó a 12.6 millones.
En diciembre de 2016, se volvió hacer otra sustitución de credenciales que vencían y la cantidad fue 10.7 millones de plásticos con fotografía, en diciembre de 2017, la cantidad a renovar era de 8.8 millones, y el reporte más reciente que es a julio de 2018, se deben cambiar 7.77 millones de credenciales para votar.
El consejero Marco Antonio Baños Martínez, presidente de la Comisión de Organización y Capacitación Electoral del INE, destacó que la credencial para votar acredita la identidad, la ciudadanía de los mexicanos y posibilita el ejercicio de sus derechos político-electorales.
Recordó que el 3 de julio de 1992, el Consejo General del entonces Instituto Federal Electoral (IFE) aprobó el nuevo modelo y diseño de esta credencial, y a los siguientes 6 días (9 de julio de ese año), el Senado de la República aprobó que este nuevo documento que llevaría fotografía sirviera como instrumento de identificación en trámites administrativos, hasta que fuera expedida la Cédula de Identificación Ciudadana.
En su sesión del 12 de julio del 92, el Congreso de la Unión, aprobó el decreto que decía que para las elecciones federales de 1994 se expediría una nueva credencial para votar con fotografía y que el ciudadano debería acudir a los módulos instalados por el IFE para obtenerla.
El acuerdo estableció que los partidos políticos participarían en la supervisión y vigilancia de estas actividades, conforme a los criterios técnicos que aprobara la Comisión Nacional de Vigilancia, la cual dispuso, que a esta nueva credencial para votar con fotografía se incorporaran otros elementos de seguridad que la hicieran prácticamente infalsificable.
Desde ese entonces cada vez más se incorporan nuevos mecanismos para fortalecer la credencial para votar con fotografía y sobre todo para que sea totalmente autónoma y no se vincule con ninguna fuerza política del país.
El titular de la DERFE, René Miranda, precisó que entre las especificaciones que se avalaron para la credencial destacan su tamaño de 8.5 X 5.4 centímetros; impresa a dos tintas (gris y negro) sobre fondo blanco por ambos lados, y que incluyera nombre, edad, sexo, domicilio, folio, año de registro en el Padrón, clave de elector, y la información no electoral (estado, municipio, distrito, localidad y sección).
Finalmente, con la reforma electoral del 2007 se derogó el artículo 164 del Código Federal de Instituto y Procedimientos Electorales (COFIPE) sobre los elementos de la credencial y, en su lugar, incorporó en el artículo 200 la obligatoriedad de que la Credencial para Votar debería contener:
Sección electoral en donde deberá votar el ciudadano; clave Única del Registro de Población; año de emisión, y año en el que expira su vigencia, que es de 10 años, y se da la opción para que aparezca o no el domicilio del ciudadano a quien se le expida.