Ciudad de México a 07 de octubre (CÍRCULO DIGITAL).-Es necesario incrementar el apoyo presupuestal a pequeños productores para aumentar la capacidad del campo y distribuir los recursos de manera equilibrada, “no como hasta hoy que se va 80 por ciento del Programa Especial Concurrente (PEC) a las grandes empresas agroexportadoras, y sólo 20 por ciento al mercado interno”.
Así lo afirmó el presidente de la Comisión de Reforma Agraria, Jesús Serrano Lora (Morena), durante el conversatorio llevado a cabo en el marco del “Seminario Nacional Permanente: La participación del Estado en el Desarrollo Rural”.
Destacó que en México la producción agropecuaria y de pesca es crucial para garantizar la alimentación de las familias, pero requiere voluntad del Ejecutivo federal.
Aseguró que los diputados “lucharemos desde nuestra trinchera para encontrar soluciones efectivas a la alimentación de los mexicanos y el rendimiento en el sector primario”.
Destacó la necesidad de hacer un análisis cuantitativo de productividad de todos los granos, cereales, hortalizas y carne, entre otros, para identificar los parámetros tecnológicos y de producción que permitan mejorar las actividades del sector.
El diputado Miguel Alva y Alva (Morena), secretario de la Comisión de Agricultura y Sistemas de Riego, y presidente de la subcomisión de Nopal, Tuna y Maguey, refirió que debe impulsarse el desarrollo de estos productos pues se cuenta con una gran extensión de zonas áridas que no se aprovechan adecuadamente.
“Tenemos datos de otros países, como Brasil, que en el año 2000 inició un proyecto de nopal, con producto mexicano, y actualmente tiene medio millón de hectáreas produciéndolo, y nosotros no tenemos ni cien mil, a pesar de todas las especies con las que se cuenta en México”.
Refirió que esos cultivos tienen un abanico de posibilidades para su industrialización; hay proyectos para iniciar la comercialización de gas a partir del nopal, en Zitácuaro está la primera planta del mundo, como ejemplo de ello.
“Hay que voltear al campo, atenderlo e invertirle”, subrayó, porque su situación y futuro son preocupantes; se habla de avances en exportaciones y desarrollo tecnológico, pero la realidad es que “en nuestras tierras se sigue usando arado como hace dos mil años”.
Es necesario cambiar el manejo de los recursos, “aunque sabemos que el abandono del agro es intencional. Se necesita la pobreza en el campo y es por eso que no se invierte. Resulta indispensable ser sustentables y el país tiene con qué serlo”, dijo.
El coordinador del Seminario Nacional Permanente, Carlos Orozco Alam, propuso que el Ejecutivo tenga perfectamente definido en el PEC qué se va a producir, cuánto, a dónde irá y a quién se destinarán esos apoyos para el campo; de esa forma los legisladores sabrán si se cumplieron los objetivos de dicho programa.
Mencionó que se requiere apoyar a pequeños productores, pagarles lo justo, optimizar los recursos del PEC, fomentar el rendimiento interno y disminuir las importaciones agrícolas. Propuso realizar una reserva de alimentos como maíz, trigo, y arroz, para garantizar la soberanía en la materia, pues en la actualidad el país vive al día y esta estrategia podría elevar el desarrollo rural.
Expresó que la solución al campo pasa por un Plan Nacional de Desarrollo que contemple la importancia de cada sector y tenga un proyecto definido para cada uno; con proyecciones de oferta y demanda, cálculos de cuánto se va a consumir de cada cultivo, para prepararse; tener metas claras e índices de crecimiento.
Resaltó la urgencia de impulsar energías alternativas; transformar agentes contaminantes –como el metano proveniente del excremento del ganado— en electricidad para las ciudades; diseñar un transporte colectivo adecuado y seguro que utilice esas fuentes alternas.
Además, se requiere un programa serio de rescate de agua de lluvia; habrá un problema de escasez del vital líquido y “lo que pensamos que nos pasaría en cien años, sucederá en 20”. Su uso óptimo tiene que darse en la agricultura con ferti-irrigación; en la industria, tratando el agua que contamina, además de educar a la ciudadanía y mejorar la red hidráulica.
Miguel Ángel Sámano, investigador de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), consideró importante que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural Pesca y Alimentación (Sagarpa) retome la propuesta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en 2014, para impulsar la agricultura familiar como alternativa para producir alimentos, en lugar de apuntar hacia la exportación de aguacates o berries.
Samuel Díaz, también de la UACh, estimó imperante que en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte se rescate al maíz como producto de identidad nacional, para de esa manera avanzar hacia la soberanía alimentaria. Consideró relevante retomar un Instituto del Café, para aprovechar la producción de ese grano en territorio nacional.
Samuel Porteiro, representante del ejido “Melchor Ocampo”, ubicado en Lázaro Cárdenas, Michoacán, refirió que la industria ha afectado de manera importante el campo mexicano y ha dejado tierras que ya no son rentables. “Existe, además, en nuestro caso, un conflicto agrario, pues se declaró al ejido Zona Económica Especial. No estamos en contra del desarrollo, pero sí pedimos apoyo para que antes de que lleguen inversionistas, se nos pague sobre 900 hectáreas”.