Ciudad de México a 10 de Marzo (AMPRYT/CÍRCULO DIGITAL).-Karina Sánchez Ruiz, diputada federal del Grupo Parlamentario Nueva Alianza destacó la importancia de intensificar programas integrales de apoyo médico, nutricional y psicológico a niños portadores del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) junto con sus familias, con el propósito de brindarles una mejor calidad de vida ante su condición.
La legisladora turquesa apuntó en entrevista que de acuerdo con datos recabados por la Clínica para menores con VIH/Sida de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), alrededor de 7 mil 526 niños y adolescentes en México padecen del de virus de la inmunodeficiencia humana.
Sánchez Ruiz refirió que la principal forma de transmisión en pacientes de edad pediátrica, la cual abarca desde el nacimiento hasta los 16 años de edad, es de forma hereditaria, es decir, a partir de que las madres seropositivas contraen la enfermedad o son portadoras, ellas a su vez infectan al producto durante el parto, o a través de la lactancia materna.
“El progreso del síndrome de inmunodeficiencia adquirida en los niños es más rápido y menos predecible que en los adultos y el tratamiento recomendado para los niños suele ser más agresivo. Por ello, debemos garantizar un acceso temprano al tratamiento, para atender a este sector de la sociedad”, agregó la diputada por Oaxaca.
Indicó que según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), el acceso a un tratamiento antirretroviral (TAR) para niños y mujeres embarazadas con Sida llega a menos de un tercio, en comparación con el promedio mundial de tratamientos para adultos cuya población atendida se estima en 1.65 millones de personas.
En ese sentido, aseveró que debido a que el progreso del VIH en los niños es más rápido y menos predecible que en los adultos, resulta importante que se incentive a las madres a realizarse pruebas de detección del virus, de preferencia durante el primer trimestre de embarazo, con lo cual se puede impedir el contagio.
La también integrante de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados comentó que para el Consejo Nacional para la Prevención y el Control del Sida (Conasida), no sólo es necesario proporcionar fármacos antirretrovirales como la lamivudina y etravirina, sino cuidar que el paciente goce de salud en la medida de lo posible, con una alimentación rica proteínas y vitaminas.
Lo anterior, con el propósito de alargar su esperanza de vida e impedir que una enfermedad no tan agresiva como un resfriado, “pueda agravarse por la falta de anticuerpos y derivar en una causa de muerte”. “En Nueva Alianza nos preocupamos por todos los grupos vulnerables de nuestra nación, por ello, exigimos condiciones favorables para todos”, concluyó.