Ciudad de México, 13 de Julio (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).-La directora de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Gabriela Ramos, recomendó al próximo gobierno de nuestro país, que será encabezado por Andrés Manuel López Obrador, asegurar que su sistema de recaudación fiscal sea progresivo y se combata a la economía informal, para que el Estado tenga los recursos para invertir en su gente, en sus diversas regiones y sobre todo en sus niños y adolescentes, sin que esto sea solo una transferencia de recursos.
En entrevista, resaltó la importancia de que la administración federal cuente con esos recursos para alcanzar sus objetivos, pero también, cuente con las capacidades para abordar estos temas y apoyar a los mexicanos que se encuentran en condiciones de desventaja, para que, de esta manera, la inversión social, también empodere a los ciudadanos.
“Ahora lo que realmente necesitas es un Estado muy inteligente, que pueda invertir y que empodere a sus ciudadanos porque no es únicamente la transferencia y la asistencia, de ahora vamos a ayudar a este que se quedo fuera, sino que voy a invertir en educación de calidad”, afirmó.
Dijo que el llamado “Estado empoderador” es aquel que tiene esa capacidad de identificar en donde, los recursos que casi siempre son escasos van a tener un impacto y un retorno mucho mayor, con beneficios tangibles a las familias de bajos ingresos y con un impacto positivo en la sobre todo en rubros como la educación.
“Pero sobre todo es esta concepción de un nuevo modelo de crecimiento en donde no solo se esté enfocando a producir en el PIB Per cápita, sino que no s demos el tiempo de entender que la equidad es uno de los elementos más importantes, porque además, no es solo una cuestión de justicia social, sino que es una cuestión de racionalidad económica”, sostuvo.
No obstante, Gabriela Ramos consideró que en nuestro país existen políticas que han arrojado buenos resultados, y habrá que considerar que estas continúen, así como reconocer todo aquello que se haya hecho bien en el pasado, como lo haría una democracia moderna y sólida, que, en el caso de México quedó demostrado, luego de las elecciones del 1 de julio que así lo es.
