Reitera Saldaña: Alcaldías no damos permisos de construcción; es responsabilidad del GCDMX
Isaura Guzmán
Las alcaldías no damos permisos de construcción, responde una y otra vez la candidata a la alcaldía de Azcapotzalco por la Alianza Va por la Ciudad de México, Margarita Saldaña Hernández, a las inquietudes de los vecinos de la Unidad Xochinahuac.
Durante una Asamblea Vecinal en busca del voto para su reelección, Saldaña Hernández, informó que en los más de dos años que estuvo al frente de la administración en Azcapotzalco, no se han construido nuevos departamentos, debido a la oposición que como alcaldesa y su gobierno ha hecho contra la privatización que anteriores gobiernos como el de Enrique Vargas y Laura Velázquez, exjefes delegacionales quisieron hacer de Azcapotzalco.
Recordó que al regresar como alcaldesa de esta demarcación se encontró con la noticia de que los anteriores gobiernos, encabezados hoy por Morena, habían autorizado la construcción de cinco mil nuevos departamentos.
“Otro mito o mentira que han desatado los morenistas en Azcapotzalco es que los alcaldes han dado permiso para construcciones de más torres de departamentos, les informamos que los alcaldes no dan licencias de Construcción, y no se dan desde hace como 5 o 6 años. Los alcaldes nada tienen que ver en el proceso de las licencias de construcción y en estos tres últimos años, cuando entramos los alcaldes de la Alianza Va por México aún más se modificaron las normas, esto fue en agosto del 2021 y ni siquiera podemos verificar nada, así está hoy el acuerdo”, indicó la panista.
Indicó que los alcaldes no tienen atribución alguna para otorgar licencias o manifestaciones de construcción, pues ésta es absoluta responsabilidad del Gobierno de la Ciudad de México a través de la Secretaría de Desarrollo y Vivienda (Sedaví), así como del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX).
“Todas las construcciones en proceso en Azcapotzalco y en toda la Ciudad de México, fueron autorizadas por el gobierno capitalino, que en su momento encabezó Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial, y que ahora está a cargo Martí Batres.
Mentiras de Batres y Morena
Una de las banderas de la candidata oficialista de Azcapotzalco, así como otros abanderados de ese instituto político en la Ciudad de México ha sido acusar a las alcaldías de ser la que dan licencias de construcción, cuando esa facultad la tienen hoy las autoridades del gobierno capitalino.
“Con la llegada de Sheinbaum al Gobierno de la CDMX se desató una oleada de construcciones de edificios en Azcapotzalco, y también se otorgaron permisos a diestra y siniestra para más obras”, señaló Saldaña Hernández.
Dijo que son ellos (los morenistas) quienes tienen su Cartel Inmobiliario, pues hay un proyecto llamado “Vallejo I”, mejor conocido como Vallejo Inmobiliario, al que Sheinbaum les autorizó la construcción de 14 mil viviendas. Lo peor de todo es que se ubican en la parte industrial y hay vasta experiencia de que, entre fábricas y zonas habitacionales, no hay sana convivencia.
Explicó que de construirse tal cantidad de departamentos ahí sería un golpe letal contra la zona industrial en el peor momento, pues viene el apogeo de la relocalización (nearshoring) de empresas extranjeras en México.
Por último, mencionó que la misma ley solo autoriza a la alcaldía revisar que los documentos estén completos, “pero sin revisar” para iniciar la edificación de Torres de Departamentos.
¿Quién autoriza las construcciones?
Margarita Saldaña, señala que en primer lugar se tiene que ver el uso de suelo del terreno, la extensión, y con base en ello se determina qué se puede construir ahí.
Luego, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), también dependiente del Gobierno capitalino realiza un estudio de factibilidad de agua, y si da su visto bueno.
La Secretaría del Medio Ambiente dictamina con un estudio de impacto urbano si es posible realizar la obra.
Y la Secretaría de Gestión Integral de riesgos y Protección Civil tiene que dar su visto bueno.
En algunos casos, dependiendo el tamaño de la construcción, la Alcaldía puede emitir una opinión, pero no es vinculatoria, es decir no se toma en cuenta e incluso debe tener sustento técnico, no con una determinación política.