A mis tres colegas que también aspiran a la dirigencia nacional de MORENA, les propongo una serie de debates públicos, democráticos, basados en el respeto a las ideas, en el marco de la pluralidad política del movimiento al que pertenecemos, a fin de que las bases militantes y la sociedad, comparen proyectos, trayectorias, ideas y propuestas de cada uno.
Los morenistas y la sociedad tienen el pleno derecho de saber qué proponemos cada uno, con el propósito de hacerlos partícipes del proceso de renovación de las dirigencias de MORENA en todo el país.
La elección de la dirigencia nacional de MORENA es un asunto de interés nacional, ya que MORENA –como siempre lo dijo el hoy Presidente Andrés Manuel López Obrador en campaña– es propiedad del pueblo de México y es el instrumento para llevar a cabo la 4a. Transformación del país.
Mis tres colegas de Morena quieren una elección cerrada, sin la participación de todos los morenistas, con un padrón rasurado, manipulado y extraviado en quién sabe qué oficinas de MORENA, en tanto que su servidor está impulsando que participen todos los que hicieron posible el triunfo del movimiento y del Presidente de México en 2018.
Argumentar que sólo van a participar quienes están afiliados hasta el 2017, es dejar afuera a miles de líderes en cada rincón del país que gracias a su inclusión y participación, logramos impulsar un tsunami popular que sepultó al viejo régimen.
¿Con qué cara les impiden participar en el movimiento que forjó el triunfo de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, cuando sin ellos, el triunfo hubiera sido imposible?
Ese criterio es excluyente, selectivo y antidemocrático.
Además, quieren reabrir la afiliación en 2020 y no les reconocerán la antigüedad de su militancia política para aspirar a los cargos de elección popular, a lo que también tienen derecho constitucional y partidista.
Que se abra el debate y se abra la elección de Morena, porque unos cuantos no tienen el derecho de decidir sobre el futuro de un movimiento que es fuerte y amplio, precisamente porque en él confluimos la pluralidad ideológica y política de México.
MORENA debe tener una elección democrática y no una imposición burocrática de sus dirigentes. Si se atreven a ello, iremos a los Tribunales y haremos que los actuales dirigentes obedezcan los Principios de MORENA, en el que se estable que estamos obligados a promover la democracia directa, como la consulta popular. Ése debe ser el método de elección de todos los dirigentes de MORENA en esta primera ocasión en que se van a elegir las dirigencias municipales, distritales, estatales y la nacional.
No hay pretexto que valga: Vox populi, Vox Dei.
Que la gente decida.
Si le cierran las puertas a los millones de morenistas que tienen el legítimo derecho de votar y ser votados a un cargo partidista en esta futura elección, en el 2021, esos mismos liderazgos y bases militantes populares, le darán la espalda a Morena y podemos perder la mayoría que hoy tenemos en la Cámara de Diputados y varias Gubernaturas.
No abrir la elección a todos los morenistas del país, es una grave irresponsabilidad política que tendrá sus efectos negativos para el movimiento y para la continuidad de la 4T.
Alejandro Rojas Díaz Durán,
Senador Suplente del Senado de la República y Consejero de MORENA.
