«De llevarse a cabo en las próximas semanas o meses una Reforma Electoral, sería importante definir cuáles son sus objetivos: qué se quiere modificar y para qué se quiere modificar, qué es lo que se quiere lograr”. Foto: Especial.
Ciudad de México, 19 agosto 2021 (REDACCIÓN /CDMX MAGACÍN).- Para que una eventual Reforma Electoral tenga éxito debe partir de un diagnóstico precisó, en el que se incluya un proceso de debate bien informado y objetivo, sostuvo el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova.
Durante la presentación del libro, “Elecciones, justicia y democracia en México. Fortalezas y debilidades”, el jurista adelantó que si la eventual Reforma se sustenta en fobias y filias, estará destinada al fracaso.
“De llevarse a cabo en las próximas semanas o meses una Reforma Electoral, sería importante definir cuáles son sus objetivos: qué se quiere modificar y para qué se quiere modificar, qué es lo que se quiere lograr”, consideró.
Córdova Vianello dejó en claro que “una reforma radical no sólo es innecesaria, sino también inoportuna” y abundó sobre los cambios en la historia de las reformas político-electorales en México, orientadas a perfeccionar el sistema electoral.
“Para que una eventual reforma llegue a buen puerto es indispensable que parta de un debate informado, objetivo, con evidencia, con altitud de miras, apuntando a mejorar nuestro sistema electoral y el sistema de partidos políticos. Una reforma hecha a partir de los objetivos de solo una de las partes, a partir de las filias y fobias que permean el debate público, de rencores o enconos personales o de partido, está condenada al fracaso y será inevitablemente regresiva”, esgrimió.
A lo largo de la historia, recordó las reformas electorales han sido resultado de amplios acuerdos y consensos entre los partidos políticos, de otro modo “si una reforma es producto de un mero mayoriteo, de alguna fuerza o fuerzas del espectro político, corremos el riesgo de que las reglas se conviertan en el futuro, no en un ancla de certeza y estabilidad, sino en la fuente de descalificación de futuros procesos democráticos”.
Una reforma de gran calado, como la que se propone, debe tener como principal objetivo la renovación de los órganos directivos de las autoridades electorales, “termina por ser una reforma miope, alimentada más bien por los rencores, filias o fobias personales, que carece de altitud de miras”.
Reiteró que si la democracia es una obra colectiva, a todas y todos toca defenderla y cuidarla. “Por ello, es esencial que una reforma electoral se construya concibiendo al pluralismo, la representación, la diversidad, la inclusión y el poder regulado como auténticas virtudes públicas y valores democráticos y no como debilidades de nuestra convivencia social.”
Por su parte, el director de Integralia Consultores y ex Consejero Presidente del entonces IFE, Luis Carlos Ugalde, agregó que el ,gran problema “es que si la propuesta de reforma electoral es mala, puesto que se base en estigmas y fobias personales, me parece que es preferible que el sistema electoral mantenga sus sistemas actuales y no entrar a una discusión que ya empezó mal por estar basada en prejuicios”, dijo al enfatizar que se requiere saber cuál es la visión que se busca de democracia electoral mexicana para los próximos 15 o 20 años.