Ciudad de México, 13 de Octubre (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).-La transparencia y el derecho de acceso a la información son elementos clave para controlar los sobrecostos y la mala planeación de grandes proyectos de obra pública, expuso el comisionado del INAI, Joel Salas Suárez.
Entre esas obras, el funcionario del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) mencionó el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), el Paso Exprés y el Tren Interurbano México-Toluca.
Llamó a integrar una alianza con organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación y el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) para promover que las actuales leyes de adquisiciones y obra pública se discuta.
Lo anterior, explicó, porque si hay un área donde hay suspicacias de corrupción es en la obra pública y este debate deberá darse mediante un esquema de parlamento abierto.
Sostuvo que la transparencia ha evidenciado las deficiencias que existen actualmente en los procesos de contratación de las obras públicas, entre ellas la necesidad de reforzar la etapa de planeación, acotar los tiempos de licitación y contratación porque regularmente se tardan más de lo previsto.
Asimismo, la falta de competitividad por descarte de participantes y los sobrecostos, agregó en la presentación del estudio “Ojos a la obra” de México Evalúa, en el que se analizaron tres casos de obras públicas emblemáticas de la actual administración.
Subrayó que abrir la información relacionada con las obras públicas es fundamental para garantizar que cumplan con la finalidad de generar condiciones de tener una mayor igualdad en el país, de conectar a distintos sectores productivos y de intentar que los bienes y servicios fundamentales se garanticen para todos.
Es necesario sacar las principales obras de infraestructura del país de ciclos políticos o de visiones de corto plazo y discutirlos previamente para ver si la inversión en proyectos de este tipo, en función de los recursos que se dejarían de recibir, es la mejor elección que tome el Estado para reducir la brecha de infraestructura, concluyó.