Ciudad de México a 28 de octubre (JUAN R. HERNÁNDEZ/CÍRCULO DIGITAL).- La diputada Ana Priscila González García (MC) propuso exhortar a las secretarías de Educación Pública y de Salud, a supervisar en las escuelas del país, el cumplimiento de los lineamientos que prohíben la venta y distribución de alimentos y bebidas con alta fuente de azúcares simples, harinas refinadas, grasas o sodio, y que atentan contra los criterios nutrimentales y la salud de los alumnos.
Recordó que en 2013 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto por el que se adiciona el artículo 24 Bis a la Ley General de Educación, que restringe la venta de “alimentos chatarra”, y en 2014, el “Acuerdo mediante el cual se establecen los lineamientos generales para el expendio y distribución de alimentos y bebidas preparados y procesados en las escuelas del Sistema Educativo Nacional”.
Sin embargo, “a más de cinco años de su implementación, en las escuelas primarias y secundarias se siguen vendiendo, es decir, la ley contra la comida chatarra en México es letra muerta”.
En un punto de acuerdo, remitido a la Comisión de Educación para su análisis, resaltó que no hay estadísticas oficiales sobre la venta de comida “chatarra” en las escuelas; solamente la sociedad civil, por medio de acusaciones de padres de familias exhibe a los institutos donde continúan ofertando estos productos; en el ciclo 2017-2018, solamente se les dio seguimiento a 327 academias del país.
De estos reportes, el 99 por ciento aseguró que se vendía comida “chatarra” de lunes a jueves; 67.5 por ciento expendía bebidas azucaradas y 96.2 manifestó no contar con un comité que vigile la prohibición del comercio de estos insumos.
González García resaltó que los malos hábitos alimenticios, sedentarismo y la compleja estructura social, favorecen la ingesta de alimentos “chatarra” por ser más económica y barata que los saludables, lo cual ha incrementado la tasa de niñas, niños y adolescentes con problemas de obesidad y sobrepeso en México.
De acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (Ensanut) uno de cada tres adolescentes de 12 a 19 años tiene adiposidad, lo cual representa más de 4.1 millones de escolares conviviendo con este problema.
Seis entidades del país concentran la mayor población infantil en esta condición: Baja California Sur, Campeche, Nuevo León, Tabasco, Tamaulipas y Yucatán.
La diputada precisó que la obesidad y el sobrepeso en México son un grave problema de salud pública, así como la principal causa de incapacidad y mortalidad prematura derivado de la aparición de enfermedades crónicas degenerativas como diabetes e hipertensión.
Mencionó que estos menores tienden a continuar en la edad adulta su condición, con más probabilidades de padecer a edades tempranas enfermedades como diabetes y afecciones cardiovasculares; por ello, “es fundamental implantar acciones a fin de que se observen los lineamientos que prohíben la venta y distribución de alimentos y bebidas que, como fuente de azucares simples, harinas refinadas, grasas y sodio, incumplan los criterios nutrimentales”.
“Estamos obligados a poner en la agenda en materia de salud la prevención y combate de estos padecimientos que afectan a más del 70 por ciento de la población. Las acciones preventivas contribuyen a mejorar la calidad de vida y el Estado debe ser consciente de que la obesidad y el sobrepeso se han convertido en problemas de salud que han rebasado las acciones preventivas”, añadió.