Ciudad de México, 12 de Junio (AMPRYT/CÍRCULO DIGITAL).-Con la intención deliberada de no hacer muchas olas, de manejarse de muy bajo perfil, Margarita Zavala, la única mujer que era candidata presidencial en 2018, llegó a Sinaloa de forma silenciosa. La cita fue con un centenar de sus operadores que la respaldaron en tierras sinaloenses durante la campaña que arrancó desde la recopilación de firmas para lograr el registro oficial de su candidatura independiente.
El hotel Riviera, un establecimiento modesto, ubicado junto a una céntrica calle de Culiacán, facilitó uno de los salones a donde acudieron un centenar de seguidores, quienes hicieron una cooperación monetaria para pagar los gastos del desayuno.
El salón lleno a su máxima capacidad, reunió los rostros de la vieja guardia panista. En la misma mesa de Margarita Zavala estuvo sentado Rafael Morgan Ríos, panista de viejo cuño y secretario de la Función Pública durante el sexenio presidencial de Felipe Calderón. En la misma mesa, quien fue el primer alcalde panista en Sinaloa, Humberto Rice García. Otros personajes panistas también se dieron cita, como los ex diputados Lorenzo Gómez Leal, Tarsicio Silva Lozano, Javier Osorio y su hermano Sadol, ex acalde de Culiacán.
Sobre las mesas fueron colocados folletos de la campaña interrumpida, así como pulseras con la leyenda “Margarita presidenta 2018”, ya convertidos en artículos de colección, y se ofrecieron banderolas y camisetas a quien estuviera interesado en llevarse alguna.
El plato fuerte de esa mañana era el discurso de Margarita, quien tras su dimisión en la lucha por conseguir la silla presidencial, debía una explicación detallada de sus razones a sus seguidores.
Fue una mañana de agradecimientos cálidos para quienes la apoyaron; a muchos de ellos los llamó por su nombre para darle más énfasis a sus palabras. Antes había pedido que no se grabara su discurso, que no importaba que tomaran fotos, pero no quería los audios, y solo permitió que uno de sus colaboradores grabara su mensaje para que quedara en el archivo como un testimonial.
Personal del hotel se apostó en la puerta de acceso para evitar que entraran los reporteros durante el discurso, luego que había corrido la versión de que la ex candidata presidencia independiente estaba reunida con sus seguidores.
En su mensaje que se prolongó por una hora, permitiendo un espacio para preguntas y respuestas, Margarita explicó que la decisión de tomar la candidatura independiente fue como tomar las redes e irse mar adentro. “Sólo sabíamos que había algo negro ahí, y abrimos un camino”.
Valor, convicción, alma, inteligencia y estrategia aseguró estaban en su campaña con una presencia inigualable, tomando en cuenta que era una candidata que no tenía un spot en su vida. Se dijo orgullosa de haber logrado lo que se buscó, pese a las trabas impuestas desde el poder, como los requisitos que se pusieron para el registro de su candidatura, aunque luego se pretendió demeritar con la aceptación de otra candidatura independiente, en clara referencia a la del “Bronco”, pero cuyo nombre no fue pronunciado por la esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Para Margarita la autoridad electoral no midió la tremenda inequidad de los spot y del financiamiento, situación que empezó a marcar un desgaste importante. Ante la falta de una segunda vuelta, con un país tan enconado y con un proceso electoral tan violento empezó a ver una vulnerabilidad colectiva. “La gente empezó a ver sólo a los que eran probables, dos o tres. Yo lo veía eso”.
Atentos a las palabras de Margarita, los asistentes celebraron cada frase y comentario, y recibieron una carta de agradecimiento por el trabajo realizado, firmada de puño y letra por la ex candidata presidencial.
En otros lados, les explicaba, veía dinero, indignación, molestias, debate y venganzas, mientras que en su campaña veía convicción y corazón.
La dimisión se las explicó a sus militantes con una metáfora que escuchó a un panista en una convención, que decía que las personas para vivir tienen que respirar, pero que dependía de dónde estén, porque si están abajo del agua si respiran se ahogan.
Ese mensaje, comentó, fue lo que recordó cuando tomó la decisión de renunciar a la candidatura. “Yo estaba en ese momento”, expresó.
“Yo sentía que estábamos abajo del agua, no quería que nos ahogáramos, sino que aguantáramos la respiración”, explica como parte de un principio de honestidad política.
“Esta alternativa empezaba ser marginal porque las circunstancias que no controlamos ninguno de nosotros hizo que nada más se viera a los partidos en donde era más probable”.
La renuncia fue una manera de denunciar la inequidad, que nadie estaba viendo los valores, el desdibujamiento de los partidos políticos, mientras que la “melcocha” de partidos han dejado en estado de indefensión a los electores, de tal modo que lo que ha brillado son los odios, las venganzas y el miedo.
Frente a sus simpatizantes, lamentó que nueve partidos no hayan dejado a las mujeres competir.
A dejar el dolor y el duelo atrás, pidió a sus seguidores. “De nada de lo que hicimos nos podemos arrepentir”, sostuvo.
“El 2 de julio vamos a amanecer sabiendo que hay un país esperándonos a nosotros y que ya descubrimos que teniendo estas referencias podemos seguir avanzando. Por eso yo los invito a que participemos en una organización cívica política permanente”.
Aclara que no está hablando de un nuevo partido, sino de una organización de libertades.
El llamado provocó que Humberto Rice arrancara la sesión de preguntas y respuestas con “¿Y ahora qué sigue Margarita?”’, lo que motivó el revuelo entre los asistentes. Enseguida le propuso crear el Partido del Bien Común desde ya, sin esperar que pase el 1 de julio.
“Realmente lo he pensado”, reconoció la ex candidata presidencial, pero expuso que ese tipo de decisiones se toman con mayor calma, pero que se tiene que partir de una organización cívica ciudadana con misión e idearios.
Varios fueron los seguidores que preguntaron y expusieron el desconcierto que les provocó su dimisión. A todos entregó una carta en donde les afirma que no declinó a favor de ningún candidato. “Sé que querías votar por mí y hoy te pido que el primero de julio votes en libertad y en consciencia por quien tú quieras. Los votos son de los ciudadanos, no de los políticos ni de los partidos”, se lee en el texto de la misiva que entregó como agradecimiento al apoyo brindado.
Luego les siguieron decenas de selfies y diversas firmas de su libro, presionada por el tiempo que se agotaba para su salida al aeropuerto.
—¿Ahora por quienes vamos a votar las mujeres, usted era la única candidata?—, le preguntó una señora a Margarita Zavala antes de tomarse una foto.
—Por el menos peor—, respondió la excandidata.
—¿Y usted por quien va a votar?, le reviró la señora.
—Por el que va en segundo lugar, por Anaya—, confesó Margarita.
Artículo publicado el 10 de junio de 2018 en la edición 802 del semanario Ríodoce.