Ciudad de México 30 Marzo (MENSAJE POLÍTICO/ CÍRCULO DIGITAL).- En días recientes, en lo más álgido de la disputa por el atropello que hizo la dirigencia nacional del partido MORENA dentro de su proceso de selección de candidatos en el presente proceso electoral de Baja California, Yeidckol Polevnsky ayudó ―sin que esa fuera su intención― a Jaime Cleofas Martínez Veloz, pues al afirmar que no es (era) miembro del partido que dirige, lo deslinda de los yerros que ha cometido el partido y el gobierno.
Martínez Veloz en un primer momento buscó ser el candidato a gobernador, pero Yeidckol Polevnsky ya había decidido que el candidato sería Jaime Bonilla. Convencieron a Martínez Veloz que buscara la candidatura a presidente municipal de Tijuana, y lo aceptó, pues un verdadero político y estadista no requiere del puesto más alto para trabajar en favor de la comunidad.
El plan ya estaba en marcha, para hacer a un lado a Martínez Veloz; dejarlo competir en el proceso interno y desecharlo mediante una mítica encuesta que en apariencia justificara el no llevarlo a una posición relevante de la vida política de Baja California, pues aunque Bonilla llegara a la gubernatura, lo opacaría, pues Martínez Veloz tiene una sólida carrera política.
Esto se demuestra con tareas de la más alta complejidad como lo fue los diálogos por la paz en Chiapas luego del levantamiento armado del EZLN, y años de lucha en la oposición al régimen que pareciera que fue vencido en la elección federal pasada, pero a juzgar por los hechos recientes, entramos a un gatopardismo, donde todo cambia para seguir igual… o peor.
El caso es que cuando la presidente de MORENA, Yeidckol Polevnsky, desconoce a Martínez Veloz, lo libera de seguir a un lado de un proyecto partidista que ha fracasado, solo basta analizar todos los estados de la República en donde hay elecciones, ahí la inconformidad por la imposición de candidatos es evidente y que llevarán al fracaso de MORENA en el terreno electoral.
Ahora ya sin el compromiso de apoyar a MORENA, Martínez Veloz está en libertad de señalar o reconocer la labor de la actual administración federal. Eso quedó demostrado en los trágicos acontecimientos de San Felipe, donde un pescador fue baleado por un marino militar.
El compa Veloz, como también se le conoce, fue el único candidato al gobierno que externó su apoyo a los pescadores, que declaró a la prensa su rechazo por los excesos cometidos por el personal de la Armada de México y no solo en medios de comunicación, sino a través de su cuenta de Twitter.
Martínez Veloz reconoce la nobleza de la filosofía política de la Cuarta Transformación que impulsa el presidente López Obrador, la defiende y enarbola, pero no da cheque en blanco a los que supuestamente la operan desde el gobierno o candidaturas.
Reconoce y señala, como lo haría cualquier persona con ideales y principios, no como aquel que en su mente soluciona los problemas del estado con una simple llamada telefónica, o ese que dice que “el presidente me dijo que va a apoyar a Baja California”, como si fuera la graciosa concesión del mandatario federal y no como una obligación a la que se comprometió.
En la víspera de la campaña por la gubernatura vemos y escuchamos a los político, los que son íntegros se nota, pues nadie puede dar lo que no tiene.
